Crear páginas y aplicaciones web siempre ha sido mucho más complejo de lo que debería serlo debido a las incompatibilidades entre navegadores. A pesar de que existen decenas de estándares para las tecnologías empleadas, los navegadores no los soportan completamente o incluso los ignoran.
Las principales incompatibilidades se producen en el lenguaje XHTML, en el soporte de hojas de estilos CSS y sobre todo, en la implementación de JavaScript. De todas ellas, la incompatibilidad más importante se da precisamente en el modelo de eventos del navegador. Así, existen hasta tres modelos diferentes para manejar los eventos dependiendo del navegador en el que se ejecute la aplicación.
Este modelo simple de eventos se introdujo para la versión 4 del estándar HTML y se considera parte del nivel más básico de DOM. Aunque sus características son limitadas, es el único modelo que es compatible en todos los navegadores y por tanto, el único que permite crear aplicaciones que funcionan de la misma manera en todos los navegadores.
Las versiones más avanzadas del estándar DOM (DOM nivel 2) definen un modelo de eventos completamente nuevo y mucho más poderoso que el original. Todos los navegadores modernos lo incluyen, salvo Internet Explorer.
Internet Explorer utiliza su propio modelo de eventos, que es similar pero incompatible con el modelo estándar. Se utilizó por primera vez en Internet Explorer 4 y Microsoft decidió seguir utilizándolo en el resto de versiones, a pesar de que la empresa había participado en la creación del estándar de DOM que define el modelo de eventos estándar.