Hegel y Marx




Hegel, Georg Wilhelm Friedrich

(Stuttgart 1770 - Berlín 1831) Filósofo alemán. Su teoría, en la que formula un idealismo absoluto, identifica lo racional con lo real, la ontología con la lógica. Teorizó y sistematizó el método dialéctico (tesis, antítesis, síntesis), a partir de las aportaciones de Kant y Fichte. Obras principales: Fenomenología del espíritu (1807), Ciencia de la lógica (1812-16), Enciclopedia de las ciencias filosóficas (1817), Principios de la Filosofía del derecho (1821). Sus lecciones en la universidad de Berlín, publicadas después de su muerte (Lecciones sobre la filosofía de la historia, 1837), abarcan temas diversos, como la historia de la filosofía y la filosofía de la historia, de la religión y del arte.

Hegelianismo

Doctrina filosófica de Hegel, o pensamiento influido por este autor. Entre los hegelianos se distingue el ala derecha, ortodoxa o tradicional, que insiste en los rasgos nacionalistas y concibe el Estado como la síntesis perfecta entre lo privado y lo público, al tiempo que cultiva la visión teológica de las teorías de Hegel, y la izquierda («jóvenes hegelianos»), para la cual la religión aparece superada por la filosofía, y que se interesa en particular por el método dialéctico aplicado a la realidad (materialismo dialéctico); en esta última corriente se destacan autores como D. Strauss, B. Bauer, L. Feuerbach, K. Marx y F. Engels.

Marx, Karl

(Tréveris, 1818 - Londres 1883) Pensador, economista y filósofo alemán. Nacido en el seno de una familia judía, estudió derecho en las universidades de Bonn y Berlín. En esta etapa de formación asimiló las corrientes de pensamiento influidas por G. W. F. Hegel. También fueron decisivas la influencia de otro filósofo alemán, L. Feuerbach, y su amistad con F. Engels, al que conoció en uno de sus exilios, en París (desde 1844). Puesto que ligó sus estudios teóricos con la práctica política, el exilio fue precisamente la tónica de su vida, junto con los agobios materiales: vivió sucesivamente en la cap. francesa, en Bruselas (desde 1845) y en Londres (desde 1847). Volvió por poco tiempo a Alemania, para participar en el frustrado movimiento revolucionario de 1848. El resto de su vida lo dedicó a reunir la documentación necesaria para su obra en los centros londinenses y por medio de su experiencia personal de los efectos de la industrialización en Gran Bretaña. También intervino activamente en la Liga de los Comunistas (desde 1840) y en la I Internacional: fue miembro de su primer consejo general, y redactó sus estatutos y el famoso Mensaje inaugural (1864), que constituiría su declaración de principios. En 1843 casó con J. von Westphalen. Sus escritos han tenido una repercusión trascendental en todo el movimiento filosófico, científico y político de los ss. XIX y XX. Fueron el sustrato ideológico del marxismo y de su concreción histórica, el comunismo. Entre los más importantes, hay que citar: La sagrada familia (1845) y La ideología alemana (ambas en colaboración con Engels), el Manifiesto del partido comunista (1848), Miseria de la filosofía, Contribución a la crítica de la economía política y El capital (inacabado). Su yerno, el cubano P. Lafargue, fue el introductor del marxismo en España (1871-72), ciñéndose a las instrucciones de Engels.

Marxismo

Sistema de ideas económicas, sociales, filosóficas y políticas elaboradas por K. Marx, F. Engels y las corrientes de pensamiento por ellos inspiradas. Dada la complejidad y vastedad de los campos que abarca, equivale a una cosmovisión (una concepción global del mundo y del hombre). Entre sus puntos de partida fundamentales se incluye el materialismo histórico: entiende la historia y la evolución de la humanidad determinadas básicamente por el juego de fuerzas económicas. Según sus tesis, las sociedades se organizan en función de las relaciones de producción; el modo de organizarse define una u otra etapa histórica. Los factores económicos actúan en interacción continua con la superestructura: el conjunto de factores políticos (p. ej., el modelo de Estado), culturales, ideológicos, etc., que plasman las estructuras de la economía. Las relaciones de producción implican tanto una sociedad de clases como la lucha de estas clases por los intereses antagónicos que contraponen a los propietarios y los desposeídos. La propiedad se refiere a los medios productivos y la división del trabajo. Los instrumentos de análisis de esta visión son los dedicados preferentemente al estudio de las sociedades capitalistas. En este sentido, el marxismo ha aportado una explicación casi exhaustiva de las sociedades burguesas de la Edad Moderna, a la vez que su crítica. El método de análisis escogido es el dialéctico, que se basa en el principio de contradicción que encierra cada cosa y cada fenómeno histórico. Según el marxismo, las contradicciones internas del capitalismo han de llevar a la posibilidad de la revolución, en la que son bazas esenciales la toma de conciencia por parte de las clases obreras y su toma del poder. La conquista del Estado ha de permitir la dictadura del proletariado, que se concibe como una fase transitoria; finalizará cuando se haya conseguido la instauración de una sociedad sin clases. Entre las corrientes marxistas a que han dado lugar las tesis originales se cuentan las de G. Plejánov (que tuvo una influencia decisiva en el marxismo ruso), K. Kautsky y E. Bernstein, con un común denominador reformista; el marxismoleninismo (debido a las aportaciones de Lenin), la variante trotskista y el maoísmo propusieron una trayectoria revolucionaria. A la izquierda de estas últimas tendencias se situaron R. Luxemburg y K. Liebknecht (movimiento espartaquista), y el llamado consejismo. La impronta más poderosa la dejó, posteriormente, el italiano A. Gramsci, quien hizo especial hincapié en la importancia de los factores que integran la superestructura.

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